Discos de los 90

Hoy: Vs., de Pearl Jam



Alice in Chains eran la depresión y el suicidio. Nirvana eran la rebeldía y el suicidio. Pearl Jam eran –y siguen siendo– la supervivencia a pesar de todo. Las melodías sonaban rústicas, como arrancadas a la fuerza de las guitarras. Los libros que venían en los compact discs, con las letras garabateadas, tachadas y vueltas a escribir encima, me hacían acordar a mi carpeta del colegio.

Me compré Vs. en octubre o noviembre de 1993. Estaba en tercer año y la primavera me ponía de buen humor, pero tenía la fuerte sospecha de que mi optimismo era injustificado. Lo que se venía era lo de siempre: el final de las clases, las fiestas, Gesell y su playa infinita, el resto del verano en Ballester.

Por lo que pude deducir en base a entrevistas y algunas traducciones precarias, lo de Pearl Jam iba por el lado del acoso de la fama y la presión de las discográficas, igual que Nirvana en ese mismo momento de su carrera –Cobain se suicidó menos de un año después. En algún lado escuché que Eddie Vedder, el cantante, había tenido una infancia y una adolescencia difíciles, y que muchas de las letras hablaban de ese pasado. Una estrella de rock llena de plata, fama, mujeres, que aparecía las veinticuatro horas por Mtv, cantando sobre la vida de mierda que lo había llevado hasta ahí. No me entraba en la cabeza. Pero entonces, versos como éste, tenían sentido: Don´t call me Daughter, not fit to be / the picture kept will remind me.

Yo no tenía pasado. O sí, pero no me daba cuenta. Y en todo caso, no era un pasado estimulante. Ni hablar del presente. Mi rutina era levantarme temprano para ir al colegio, zafar en la mayoría de las materias, volver a mi casa o a la de algún amigo, leer, escuchar música, jugar con la pc, mirar algún programa por televisión. ¿Contra quién podía protestar? ¿Por qué levantaba el volumen cada vez que escuchaba Rearviewmirror? Y sobre todo: ¿qué estaba dejando atrás?

¿Qué dejé atrás?

3 comentarios:

Simpática y puntual dijo...

"Estaba en tercer año y la primavera me ponía de buen humor, pero tenía la fuerte sospecha de que mi optimismo era injustificado. Lo que se venía era lo de siempre: el final de las clases, las fiestas, Gesell y su playa infinita, el resto del verano en Ballester."

gesell, santo cielo.
y miramar.
y san bernardo.

Kaki dijo...

Hola, te escribo porque yo tambien veraneaba en Gesell en esos años y ahi hice una amiga, que es Vill Ballester y cuya amistad (a casi 20 años) aun conservo. Sigo leyendo...

Kaki dijo...

que es de*